El 28 de junio se conmemora el día del orgullo gay, en este día y los anteriores, inclusive durante todo el mes podemos ver las el desfile lleno de carrozas, banderas de arcoíris, lambdas, parejas y gente diciendo a gritos, “SOY GAY Y ME ENCANTA” pero realmente cuántos de ellos saben además de la fiesta, la razón de que hoy 28 de Junio se salga a las calles en tal estrambótico carnaval. Ahora con el matrimonio igualitario en Nueva York tenemos una doble razón para festejar este junio a la capital del mundo, ya que la fecha 28 no es un arbitrariedad del colectivo sino que este día se festejan los disturbios de Stone Wall en Nueva York, y aunque la palabra disturbio suena un poco fuera de contexto se refiere a la primera vez que un grupo de gays se levantaron para demostrar su inconformidad ante un grupo de policías que buscaban hacerlos sentir menos que personas por elegir amar diferente a lo establecido.Hoy 28 de junio se celebra precisamente esta acción, el decir y demostrar que aquí estamos, y que no somos menos, que no nos pueden discriminar por decidir estar con una persona de nuestro mismo sexo, que tenemos derecho a no escondernos, a que la ley nos proteja, a tener buenos servicios en todos los lugares además de un trato respetuoso y el derecho de poder ser iguales en derechos y obligaciones, y aquí englobando el poderte casar y formar una familia en protegida por la ley y equivalente a las demás.
Hondeamos una bandera que representa los ideales de nuestra gente, una franja roja para la vida, un motor que nos dice que hay que vivirla al máximo, amar sin límites y siempre ser felices, una naranja para la salud de la que gozamos, ya no somos enfermos, somos iguales, sanos y llenos de vida, amarillo porque la luz del sol nos ilumina cada día y nos demuestra que siempre después de la noche hay luz y tantas cosas buenas por las cuales seguir, el verde que es armonía con la naturaleza que nos rodea y a la que le debemos todo cuanto poseemos y sobre lo que descansamos además de comprometernos a ser uno con ella y cuidarla como ella nos cuida, el azul que es el arte, y el arte es la ventana del alma, siempre ser fieles a la belleza y la belleza que siempre será arte y por último el morado, que como saben es el color de nuestros rostros (Lambda Kallisti, Los chicos invisibles. 2011). Nuestra piel está pintada de morado demostrando quienes somos y porque luchamos y diciéndonos que nuestras voces callan y nuestros huesos tiemblan, pero nuestros espíritus estarán en un fuego purpura para siempre.
Y salimos a las calles a mostrar nuestra hermosa tez color purpura, rodeados del verde mundo en un cielo azul, con las almas en rojo y la luz amarilla del sol sobre nuestros ojos naranjas, llenos de felicidad, orgullosos, gritando Lambda, cargando un triángulo rosa para siempre recordarnos que los errores del pasado aunque marcan nuestros corazones con un amargo recuerdo, son los escalones para el progreso y no la cadena que nos ata y que siempre hay que aprender de ellos por lo que son, lecciones de la vida.
Estamos aquí porque decidimos ser valientes, aquel 28 de junio de 1969 no solo se levantaron unos pocos porque estaban cansados de los malos tratos, nos levantamos todos porque queríamos ser iguales, porque ya no podíamos soportar ni un segundo más que nos hicieran creer que estaba mal que nos amaramos y que aquel hermoso acto fuera condenado con tan vergüenza. Fue entonces que tomamos lo colores y los hicimos nuestra vida.
Este día bailamos en la fiesta y nos besamos bajo un arcoíris, somos iguales, nos amamos, y queremos estar juntos, queremos festejar nuestra historia, honrar nuestra bandera, gritar nuestros nombres y sentirnos orgullosos de nosotros, porque de eso se trata todo, de esta orgullosos de quienes somos y de encontrarnos a nosotros unos a otros porque un día como hoy hace 42 años, decidimos mostrar por primera vez que nunca fuimos ni caucásicos ni de color, siempre fuimos morados.
Por: Lambda Kallisti
VERSIÓN PDF
No hay comentarios:
Publicar un comentario