Harry Potter, Una década que marco mi vida.

A partir del jueves pasado, es decir el 14 de Julio del 2011 (el post se hará viejo) se estrenó la película aquí en México y en todo el mundo y obvio no podía faltar a la gran premier. Aunque fui con el club de Fans yo no soy parte de este pero aun así fue muy bueno el espectáculo que montaron y los regalos y bueno el simple ambiente que ellos ponen por puro gusto. Más no es eso de lo que quería hablar.

Debo admitir que hubo determinados momentos de la película y en general del situación que me movieron de sobremanera, no fue tanto el no saber que pasa o sorprenderme o ponerme triste, pues leí el libro cuando salió y no me podían sorprender con ningún evento que no hubiera sido publicado ya, sino el saber que esta era la última película del mago y saber que de alguna forma yo que había crecido con el encontraba el final de mi infancia en este momento.

Recuerdo que cuando salió la primera película no tenía muy en claro cuál era el propósito o la idea de Harry Potter y solo accedí a verla por la presión que sometieron mis tías, mis hermanas, mas no me llamaba la atención y más aún que en ese entonces era influenciable y decían en las noticias que la iglesia protestaba contra el oscurantismo, la magia negra y mil cosas contra Harry Potter me sugestione mucho, me tomo algunos años entender que ser religioso de profesión resulta tan aburrido que tienes que quejarte de algo por el simple hecho de hacerlo, y entre más le gusta a la gente ese algo más escandalo puedes hacer. Pero lo que trataba de decir es que aun después de todo eso fui a verla y la verdad salí completamente enamorado de aquel fantástico mundo representado, ¿y por qué no? del joven actor Daniel Radclifffe, un platónico que aun mantengo hoy en día.

Poco después de eso leí el libro de la piedra filosofal, siendo este el primer libro carente de dibujos que leí completo, y al igual que muchos niños de mi edad extrapole ese gusto a leer toda la saga, libros diferentes como Narnia, El señor de los anillos y ahora con un gusto de lectura adquirido con muchos años lectura más madura y más fantástica como por ejemplo “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. 

En este momento me doy cuenta de cuanto aprendí por haber empezado donde la mayoría de los niños de esa edad lo hicieron, muchos de mis amigos se encuentran igual.

Cada año espere las películas de mi mago favorito y devore los libros cada vez que salieron con tal prisa que necesitaba releerlos más de una ocasión para notar todos los detalles que se encontraban en ellos y como buen fan empedernido critique todas las películas pero las compre también todas y aun me entretiene verlas. Cuando llego la esperada conclusión Harry Potter me dio por segunda vez el escalón para avanzar leyendo mi primer libro en ingles en una ansia desesperada de saber el desenlace y francamente me sentí un poco deprimido cuando me di cuenta de que la gran historia que había seguido desde los 10 años acababa de llegar a su fin, no importo mucho y aun así me siento orgulloso de ser de esa generación, me imagino como aquellos primeros niños que leyeron Narnia de C.S. Lewis y agradezco no ser de las niñas pubertas que mueren por Edward Cullen, aunque el propósito es el mismo, hacer leer a la gente y eso es algo de aplaudirse.

Ahora que llego el desenlace en la pantalla grande no puedo sino sentir que esta parte de mi está creciendo. De alguna forma este era el gran momento que necesitaba para cortar con mi infancia, pues queda claro que con casi 20 años de edad ya la verdad de niño no me quedaba mucho, solo este pequeño recuerdo de mi infancia que me lleno de tantas alegrías y en este jueves de lágrimas. Creo que no sería parte de lo que soy sin haber tenido ese primer empujón en la dirección correcta, tal vez si no me hubiera hecho del habito de leer no sería capaz de aguantar las cargas universitarias de lectura que me dejan o más aun de escribir que es una de mis pasiones (además de ser el único arte en el que se podría decir soy bueno).

Los personajes de Harry Potter también representan los cambios que sufrimos, el ser niños, jóvenes y adultos. Sé que nadie me dejara mentir cuando admiten que pertenecen a aquella generación de magia y que les gusto ser parte de ella. Te daba algo en que creer, una visión del bien y el mal que ahora necesitamos en estos tiempos tan grises, ejemplos a seguir y una historia hilada de forma perfecta sin errores graves que la hagan desastrosa, J.K. Rowling tenía muy en mente el final de su historia tanto como el principio.

Después de aquella última película no puedo sino pensar, fue una buena década, fue una buena generación, fue una buena historia y fue una buena fantasía. Cosas simples que hicieron grandes cambios, que más daba que siguiéramos en la corrupción o el narcotráfico si durante dos horas pudimos olvidar todo eso y volvimos a Hogwarts diez años después de la primera visita que dimos por sus pasillos, a visitarla por última vez.

Por: Lambda Kallisti

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