El portarretratos que solía estar a la izquierda – Mi salida del closet

Aun lo recuerdo con lujo de detalles, sin embargo eso no es una proeza sino algo digno de esperarse pues aún no ha pasado tanto tiempo de que ocurrió. Desearía a veces que no lo hubiera hecho, o que al menos pudiera olvidarlo, pero es más fácil que aquel sueño “El beso” se borre de mi memoria antes que este tortuoso recuerdo.

Aunque suena trivial era una tarde lluviosa de noviembre, y todo parecía estar perfecto en mi vida, tenía amigos que me querían mucho y con los que vivía las mejores experiencias y risas, una carrera que me emocionaba y me hacía auténticamente desear ser un gran profesionista, una familia con la que la convivencia era se podría decir tolerable, sin embargo siempre los quise mucho y lo que más me enorgullecía de tener en ese momento era a mi novio. Es curioso que en esta entrada hablo de cómo me gustaba tenerlo a mi lado y en la primera mención que le di él era poco menos que lo peor del mundo (Bitácora del explorador – Segunda entrada “Los traidores de mi historia”) pero en este momento Brutus era el amor de mi vida, no podía imaginar la vida si no lo tenía a mi lado. Tal vez fue ese el gran problema, tenerlo a mi lado.

La noche anterior a mi salida estaba emocionado, acabábamos de cumplir meses de estar juntos y salíamos a celebrar el amor que nos teníamos, mis padres no lo sabían y en ese instante no me importaba mucho, supongo que esperaba demasiado de ellos así que no fui cuidadoso de mi persona. Use una excusa barata y no cuide los detalles, no mantuve una buena mentira ni cuide mis tiempos o mis compañías, solo me importaba Brutus. Y cuando me llamaron y se dieron cuenta de que mentí de donde estaba y de con quien estaba creo que mi corazón se detuvo.

Al día siguiente solo tuvieron que unir las piezas, ¿por qué Max no ha tenido novia en años? ¿Porque siempre esta con amigos? ¿Por qué siempre defiende a los gays? ¿Por qué no va a misa? FUI TONTO, hoy me arrepiento pues el no cuidar los detalles de mi vida me llevo a esa situación. Si hubiera sido una persona previsora nada de esto hubiera pasado y este marco no existiría.

Mi madre tomo el primer paso, unió los puntos, aquellas migajas de pan que yo había dejado con el paso de los años y que ahora alguien había usado para llegar a mi antes de que diera tiempo de que las aves comieran mi rastro. Me sentía arrinconado y no podía huir, sabía a donde iba, sabía que lo sabía. Finalmente me lo dijo ¿Hijo, eres gay? No pude más.

-Sí, grite. –sí, déjame en paz. – ¡Es mi vida!

Entonces lo supe, acababa de cometer un error pues ellos no eran las personas tolerantes que esperaba, que me había engañado que era. Poco menos fui que un monstruo para ellos, la gran decepción. Y en ese momento solo pesaba, “¿Qué acabo de hacer?” supongo que solo me importaba sacar a Brutus de la ecuación, no me podía permitir causarle un daño colateral, no lo merecía. Pensaba que si lo veía le diría que no se hundiera conmigo, ahora me doy cuenta de que lo aleje cuando más lo necesitaba.

Las cosas transcurrieron, mis padres no lo aceptaron, tal vez nunca lo harán. Me lastiman con sus comentarios y me hacen sentir menos. En un país que yo amo como México es increíble el machismo y la homofobia que se puede alcanzar y como pueden mis padres verme de esa forma, tratar diario de intentar cambiarme. Hacer todo por hacerme cambiar e inclusive desgastarse con charlatanes que dicen “me curarán”. Aun me duele pensarlo. Perdí a mi novio, el cariño de mis padres y su confianza, no me podía concentrar en la escuela y sentía que el mundo se me venía encima, nada tenía demasiado sentido. Ya no deseaba nada, deseaba escapar y no volver nunca, mas eso aún estaba lejos. Lo había perdido casi todo y el no haberme mantenido fuerte también me hizo perder a alguna parte de mis amigos que criticaron mi reacción. Diría que salir del closet si cambio mi vida, no para mejor necesariamente

Dentro de lo que cabe no todo es malo, si bien mucho ha cambiado desde la noticia y la discriminación es constante de mi vida. Me siento feliz de ya haber enfrentado mi peor temor, le vi la cara al miedo y no temblé pues ahora el ya no representa nada más. No puedo perder pues ya he salido de ahí, no tengo más que ocultar, este soy yo. No he cambiado, se quién soy, siempre lo sabré. Ya toque el fondo, ahora solo puedo subir.

Salir del closet con mis padres ha sido un proceso doloroso, pero espero que a la larga ellos lleguen a entender, finalmente es mi vida y no me pueden odiar por amar a quien yo quiera, sé que faltan muchas cosas pesadas y que aún me deprimiré, pero ya he dado el paso más difícil hacia salir adelante y todo será mejor pues ya no tengo miedo o secretos, solo una vida por vivir.

Ser gay no es malo, es parte de mí. Si mi experiencia no es lo mejor y en muchos sentidos fue un error. Mas ya lo he cometido, yo no cambiare pues yo no estoy equivocado y espero que ellos lleguen a entenderlo. Amar no es un error y aquellas heridas que me han quedado de esta experiencia y las nuevas que se me infligen me sirven para recordar que todo lo que vale la pena requiere una lucha, esta es mi lucha. La lucha por tener el amor de mis padres y de un chico, simultáneamente.